Nanotexturas para resolver un problema histórico
Un líquido lubricante capturado entre las nanotextura y la acción capilar evita la acumulación de residuos dejados por el agua
Desde una pintura inteligente que absorbe el CO2 a sensores impresos en 3D que monitorizan la calidad del aire, estas nuevas tecnologías contribuyen a reducir la contaminación.
Decía Hipócrates, el abuelo de la medicina, que es la dosis lo que hace el veneno. Con la tecnología pasa algo parecido: es su uso lo que determina que sea valiosa o perniciosa. Antibióticos que curan y combustibles fósiles que producen problemas respiratorios o envases estériles que protegen los alimentos de la contaminación y plásticos contaminantes son algunos ejemplos de esta dicotomía. Por suerte, los avances tecnológicos también nos ofrecen alternativas para reducir la contaminación o evitarla. En este artículo te contamos cuáles son las 8 innovaciones más interesantes con las que nos hemos topado en los últimos tiempos.
Tal como hemos apuntado, el uso de combustibles fósiles ha redundado en la proliferación de enfermedades pulmonares en las ciudades, además de problemas de mayor envergadura como la generación de gases de efecto invernadero y el consiguiente calentamiento global. La verdadera solución pasa por un cambio de modelo que apueste por las energías renovables, así como otros patrones de consumo, pero también existen estrategias de mitigación de daños.
El mejor CO2 es el que no se genera, pero una vez que está presente en el medio ambiente existen soluciones como los sistemas de secuestro de carbono que se están ensayando en lugares como Islandia. Otra de las estrategias es el uso de filtros específicos en las chimeneas de las fábricas. A su vez, el CO2 capturado puede utilizarse como materia prima.
¿Pueden los edificios contribuir a purificar el aire? El uso de pinturas fotocatalíticas que “devoran” el dióxido de carbono atmosférico gracias a componentes como el óxido de titanio abre la puerta a una nueva arquitectura que lo haga realidad.
Los edificios no solo pueden depurar el dióxido de carbono por medio de pinturas inteligentes, sino que también pueden aprovechar una nueva generación de hormigón verde capaz de absorber CO2 y, de paso, reparar sus propias grietas y fisuras en el proceso. Te lo contamos en este artículo.
Antes de atajar un problema, lo mejor es diagnosticarlo con precisión. En ese sentido, es fundamental contar con sensores asequibles y versátiles que puedan instalarse en cualquier lugar de una ciudad. Ese es el planteamiento de esos sistemas de medición de calidad del aire de los que hablamos recientemente. Se producen con impresión 3D y se programan con código abierto para que cualquiera pueda contar con un sistema de medición en su balcón.
Descontaminar suelos o detectar niveles de polución elevados que permitan anticipar riesgos para la salud son dos enfoques complementarios a la hora de afrontar este tipo de contaminación que, según estadísticas de la Unión Europea, afecta a 2,8 millones de emplazamientos en el continente.
A veces no es necesario recurrir a la nanorrobótica u otras tecnologías complejas. En ocasiones se trata de buscar aliados en la naturaleza que puedan sumarse a la cruzada contra la polución ambiental. Hablamos del uso de hongos, una técnica conocida como micorremediación, que se ha ensayado para paliar la contaminación de hidrocarburos y otros materiales tóxicos en suelos industriales degradados.
Uno de los grandes retos de contaminación de suelos agrícolas y acuíferos es la presencia de nitratos que provoca un fenómeno conocido como eutrofización, es decir, la proliferación de microalgas que consumen el oxígeno del agua y la convierten en una trampa mortal para la fauna. Sin embargo, el desarrollo de una nueva generación de sensores puede ayudar a los agricultores a limitar el uso de fertilizantes con nitrógeno al estimar la dosis exacta que necesitan los cultivos.
Químicos como los PFA o los omnipresentes microplásticos son algunas de las amenazas que se ciernen sobre las masas de agua de nuestro planeta, ya se trate de mares, ríos o acuíferos. Hoy existen varios frentes tecnológicos abiertos para reducir la contaminación acuática. Algunos de ellos consisten en evitar la contaminación en origen, mientras que otros intervienen directamente sobre las zonas afectadas.
La depuración de las aguas residuales antes de que se liberen en el medio ambiente es una de las claves de un ciclo del agua gestiona con criterios sostenibles. Es el caso de Life CELSIUS, un proyecto basado en el uso de bacterias que, por medio de procesos anaeróbicos sin necesidad de fuentes de energía exógenas, es capaz de eliminar compuestos nitrogenados y materia orgánica de forma especialmente eficiente en climas cálidos.
Los sistemas de depuración de agua no tienen por qué ser infraestructuras complejas. También es posible depurar el agua a escala doméstica, de tal forma que pueda emplearse para el riego y otros menesteres. Es la filosofía de Hydraloop, un innovador sistema compacto que puede reutilizar hasta un 85 % del agua consumida en el hogar mediante procesos avanzados como sedimentación, biorreactores aeróbicos y desinfección por luz ultravioleta. Si quieres conocer otras innovaciones tecnológicas que permiten reducir la contaminación ambiental, así como aplicaciones novedosas de las energías renovables, te recomendamos suscribirte a nuestra newsletter al final de esta página.
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