Esta tecnología wearable ayudará a personas en silla de ruedas
Un prototipo de tecnología wearable permitirá manejar sillas de ruedas y dispositivos electrónicos con simples gestos faciales.

La tecnología wearable, también conocida como wearables, forma parte del cambio de paradigma que supone la miniaturización de dispositivos con capacidad de computación: desde aquellos ordenadores que ocupaban habitaciones enteras hasta los relojes inteligentes que hoy pululan por nuestras muñecas y, pronto, las gafas de realidad mixta que producirán nuevas formas de interactuar con el mundo. Una de las áreas donde promete tener un mayor impacto es en el terreno de las discapacidades, como demuestra un nuevo prototipo de la escuela estadounidense Georgia Tech.

En este artículo te contaremos:

¿En qué consiste la tecnología wearable?

Wearable, que en inglés significa “ponible” hace referencia a toda una serie de dispositivos electrónicos, normalmente con capacidad de computación, que amplifican las capacidades de los usuarios o permiten monitorizar y procesar sus constantes vitales. Por ejemplo, una pulsera de fitness que registra la frecuencia cardíaca o el número de pasos se consideraría tecnología wearable. Una tableta, aunque se lleve encima, no entraría en la categoría de wearable.

Si bien existen muchos tipos de wearable, normalmente suelen cumplir todos o casi todos estos requisitos:

  • Tamaño reducido
  • Facilidad de interacción con el usuario
  • Presencia poco intrusiva
  • Capacidad de generar alertas
  • Capacidad de comunicación con otros dispositivos
  • Integración de sensores

Wearables para personas con discapacidad: el prototipo MagTrack

 

Si nos fijamos en las características antedichas, veremos que la tecnología wearable es especialmente apropiada en el terreno de la discapacidad. El hecho de que, por ejemplo, una persona en silla de ruedas pueda portar uno de estos dispositivos de manera poco intrusiva y con posibilidades de interacción lo convierte en un excelente candidato como tecnología asistiva. El caso del estudio MagTrack viene a confirmarlo.

 

Llevado a cabo como una colaboración entre el centro Brooks Rehabilitation y la escuela Georgia Tech en EE. UU., el estudio MagTrack ha permitido poner a prueba un prototipo de tecnología wearable adaptado a personas con tetraplejia. El resultado de esta colaboración entre médicos, fisioterapeutas e ingenieros parece dar esperanzas a quienes están confinados en una silla de ruedas. Para ellos las tecnologías de movilidad son mucho más cruciales que para cualquier otra persona. 

 

El estudio, publicado en la revista IEEE Transactions on Biomedical Engineering, se llevó a cabo con diecisiete voluntarios que probaron el MagTrack HTC (controlador cabeza-lengua, por sus siglas en inglés). Los usuarios llevaron un dispositivo a modo de gafas con una serie de sensores que detectaban los movimiento faciales y de la cabeza. Esto se complementó con un rastreador pegado temporalmente a la lengua con un adhesivo biocompatible.

 

Posteriormente, se emplearon sistemas de procesamiento de datos y aprendizaje automático para interpretar las señales y asignarlas a comandos. Este último aspecto dota de gran versatilidad al sistema, ya que cada usuario puede personalizar la plataforma en función de sus necesidades, ya sea controlar su silla de ruedas eléctrica o mover el cursor en una pantalla. 

 

A partir del estudio, se ha mejorado el prototipo de tal forma que los usuarios puedan alternar automáticamente entre el control de su silla de ruedas y distintos dispositivos electrónicos. El siguiente paso será sacarlo del laboratorio y empezar a probarlo en los hogares de las personas con tetraplejia.

 

Otros ejemplos de tecnología wearable

 

Por supuesto, la tecnología wearable tiene muchas otras aplicaciones. Estas son algunas de las áreas donde se están registran mayores avances:

  • En la construcción: debido a sus exigencias físicas, la construcción es un sector con mayor siniestralidad laboral. El uso de wearables capaces de detectar situaciones de peligro y avisar a los usuarios podría contribuir a arreglarlo.
  • Para la salud: una de las aplicaciones que más nos ha llamado la atención en los últimos tiempos es una nueva generación de pijamas inteligentes equipados con sensores que monitorizan a los enfermos en casa o en el hospital. Hace poco también hablamos de una app para teléfonos inteligentes que avisa a personas con problemas auditivos.
  • Para el ejercicio físico: una de las aplicaciones más comunes de los wearables son su uso deportivo para monitorizar pulsaciones, contar pasos diarios y generar estadísticas de ejercicio físico.
  • Como dispositivos de control: en un futuro, wearables en forma de anillos inalámbricos podrían servir como controladores en aplicaciones de realidad mixta al detectar el movimiento de los dedos.
  • Asistencia a mayores: las personas de edad avanzada podrían beneficiarse también de los wearables, tanto para comunicarse como para mantener al personal sanitario al corriente de su estado de salud en todo momento.

 

Además del desarrollo de estas aplicaciones de la tecnología wearable, que dependen en gran medida de las capacidades de miniaturización tecnológica, se están explorando nuevas vías para suministrar energía a estos dispositivos durante su uso cotidiano, tal como se puede leer en este artículo.  

 

Fuentes