Robótica educativa: los robots son cosas de niños
La robótica está llamada a ser el mejor aliado del aprendizaje infantil durante los próximos años. ¿Quieres saber por qué?
Además de relojes inteligentes que analizan la frecuencia cardíaca se está avanzando en una nueva generación de biosensores que mejorarán la eficacia de los tratamientos médicos.
La medicina es uno de los terrenos que más se están beneficiando de la innovación tecnológica: quirófanos con realidad aumentada, robots quirúrgicos, inteligencia artificial para analizar tomografías computarizadas... A todo ello se suma ahora una serie de dispositivos que permiten monitorizar la salud de los pacientes y los efectos de las terapias. Es lo que se ha bautizado como “digitalización terapéutica”, un campo que podría generar hasta catorce mil millones de dólares para el año 2027. Esta nueva generación de wearables se está utilizando en junto con algoritmos de inteligencia artificial para ofrecer diagnósticos hasta ahora inéditos.
Como ejemplo de ello, una empresa de Singapur ha lanzado un nuevo wearable llamado “Biotvitals” que analiza las más mínimas variaciones en el pulso y anticipa problemas cardíacos. Algunos estudios muestran que esta tecnología es capaz de predecir un problema cardíaco con hasta dos semanas de antelación, algo especialmente útil en el caso de personas que se han sometido a una intervención quirúrgica y se encuentran en situación de riesgo. La principal ventaja es que el paciente tiene acceso a las alertas a través de una app en su teléfono móvil, pero la información también está disponible para los responsables médicos.
La clásica recomendación de “consulte con su especialista” está muy bien, pero todo el mundo sabe que el especialista no siempre está disponible. Así, la idea de que los especialistas médicos puedan acceder en tiempo real a la información y las alertas proporcionadas por estos wearables podría revolucionar la atención médica. De esta forma, además de monitorizar problemas cardíacos a distancia, los desarrolladores de Biotvitals también están participando en un proyecto tecnológico que está realizando un seguimiento de cuantificación de la intensidad del dolor en pacientes con endometriosis.
La Universidad de Stanford se ha aliado con Fitbit para evaluar el potencial de detección de enfermedades de los wearables, aunque en este caso se trataría de enfermedades infecciosas que alteran constantes como la temperatura corporal. Si bien uno de los objetivos iniciales de este proyecto tecnológico es concentrarse en la detección de la Covid-19, los investigadores pretenden emplear algoritmos de inteligencia artificial para detectar todo tipo de infecciones virales, incluso en pacientes asintomáticos.
Al combinar distintos parámetros como la frecuencia cardíaca o la temperatura corporal, el sistema podría ser capaz de reconocer patrones de infección. La investigación se basará en un algoritmo creado en 2017 por el equipo de Stanford Medicine y los resultados serán extrapolables a distintos tipos de relojes y pulseras inteligentes.
Además de detectar la enfermedad en uno de los participantes en el estudio, el objetivo a medio plazo es que se pueda combinar la información recibida de múltiples dispositivos para establecer la tasa de contagio en un grupo de población.
Fuente: Universidad de Stanford, Fierce Biotech
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